La policía de Vietnam Central incautó 600 kilos de gatos congelados dentro un autobús de pasajeros que viajaba del sur al norte del país. Los animales fueron almacenados en hielo en cajas de poliestireno.
El espantoso descubrimiento tuvo lugar durante la noche entre el 13 y el 14 de enero en Kỳ Anh, ciudad situada en la provincia de Hà Tĩnh. Ayer, la policía declaró que Nguyễn Văn Định, propietario del autobús que transportaba a unas 40 personas, y su conductor, Đặng Văn Đường, no pudieron presentar ningún recibo o documento que atestiguara el origen de los gatos muertos.
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Đường dijo a la policía que cuando el autobús llegó a la provincia de Đồng Tháp (en el delta del Mekong) anteanoche, fue contratado por un transeúnte para transportar las cajas a Thái Bình. El hombre le había dicho que alguien se pondría en contacto con él para recibir el envío cuando llegara. El conductor dijo que no tenía ni idea de lo que había en esas cajas, mientras que los medios de comunicación locales informaron de que el propietario Định estaba al corriente de que eran cadáveres de gatos.
El Departamento de Veterinaria y Animales de Hà Tĩnh sugirió destruir las carcasas de los gatos. Cada animal pesaba un promedio de cinco kilogramos; había unos 120 en el autobús. Las autoridades detuvieron al propietario del autobús y al conductor, en espera de una investigación más profunda.
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En virtud de las leyes actuales, serán procesados por “transporte de mercancías de origen desconocido”. En Vietnam, no hay leyes que prohíban la matanza, la venta y el consumo de carne de perro o de gato. Aunque las autoridades están tratando de disuadir a la gente de comer carne de gato, muchos no están convencidos. Debido a la escasa oferta local, varios restaurantes sirven carne de gato importada de China.
