Desigualdad coronavirus
No se trata de ser de derecha ni de izquierda. El verdadero problema son los extremos. La derecha es dañina cuando se torna en xenofobia/clasismo y la izquierda lo es cuando: 1. Se cree que hay que centralizar la economía y redistribuir la riqueza y 2. Se queja todo el tiempo del gobierno, pero no hace nada por su vida.
No para todos la situación es la misma desde que se propagó el virus. Naturalmente, como en cualquier crisis, algunos se beneficiaron y otros se vieron perjudicados. Cuando la economía colapsa, el dinero cambia de manos y ese es un ciclo natural. Sin embargo, la situación de algunos países pone en evidencia la desigualdad económica y social y, lo que es peor, se ha demostrado que a los más poderosos no les interesa que los menos favorecidos salgan adelante.
Es una tristeza y carece de toda lógica. Si los países del tercer mundo surgieran económicamente, podríamos trabajar todos juntos por un mejor mundo. Sin embargo, el comportamiento de los líderes demuestra que a algunos no les interesa que el pueblo esté bien. Tal vez esto no sea una novedad y sea obvio, pero la pandemia lo ha dejado más claro que nunca.
Las medidas de cuarentena están destruyendo la economía. La mayor parte del comercio se ha visto afectado (unos más que otros). Por otra parte, algunas empresas se han visto favorecidas, como las redes sociales, los servicios online, etc. No tiene nada de malo. Muy por el contrario, la riqueza es maravillosa porque genera empleos y nos permite ayudarnos los unos a los otros. Además, es natural que en las crisis las personas busquen cómo enriquecerse, ¿o a usted no se le ha ocurrido vender tapabocas?
Sin embargo, los países de América Latina, por ejemplo, están en una encrucijada y los que tienen peores condiciones económicas son los más afectados. En gran parte de Latinoamérica, los sistemas de salud no son suficientes para atender los casos de contagio y esto ha obligado a los gobiernos a tener medidas de aislamiento más estrictas. Nos está tomando más tiempo salir de la crisis de lo que le tomó a los países europeos y los gobiernos no tienen problema con decirle a la gente que no salga a la calle a abrir sus negocios.
Los que están en mejores condiciones económicas no han sufrido igual que aquellos que llevan cuatro meses sin poder salir a ganarse con qué vivir. ¿Dónde están las oportunidades? ¿dónde están las prioridades? Se ha hecho hora de tomar riesgos con el coronavirus, porque la gente tiene el derecho a salir de su casa libremente.
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