La reactivación emerge en diferentes partes del mundo. Al mismo tiempo, las personas todavía temen que haya una segunda ola de contagios. Los mercados, mientras tanto, le apuestan a la reactivación económica. Pero hay sectores que requerirán de más tiempo que otros para recuperarse.
El mejor ejemplo es el sector del turismo. Aunque el turismo local esté siendo reactivado y la gente recurra a él, gran parte del sector sigue en depresión. Las aerolíneas, por ejemplo, dependen de que haya una vacuna para retomar sus actividades normales. Parques como Disney y empresas de eventos serán los últimos en recuperarse del todo.
Después vienen los restaurantes y los negocios, que poco a poco han podido abrir sus puertas de nuevo. Estos también tardarán en poder volver a cubrir toda su demanda. También dependen de la vacuna, para volver a funcionar en su máxima capacidad.
Aún así, la reactivación sigue de pie. Son muchos más los sectores que sí han podido retomar sus actividades, a pesar del virus. Eso es lo que hace dudar que una segunda ola de contagios vuelva a poner a todo el mundo en cuarentena.
Volver a cerrar la economía podría ser algo exagerado. Actualmente, las personas ya saben cómo cuidarse para no contagiarse del virus. De hecho, los establecimientos ofrecen y verifican los protocolos de bioseguridad.
Por supuesto que aún hay personas que son vulnerables al virus. Pero, al mismo tiempo, ya se conocen las precauciones que hay que tener.
La única razón para volver a la cuarentena sería la saturación de los servicios de salud. E incluso en ese caso, el daño a la economía y la privación de la libertad podría ser un abuso de poder. Las personas necesitan salir a trabajar.
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