Es oficial. Después de muchos rumores de que sucedería, Kim Kardashian solicitó el divorcio de su actual esposo, Kanye West, con quien estuvo casada durante 7 años.
La pareja de celebridades, que es una de las más reconocidas del mundo, venía anunciando sus diferencias de diferentes modos. Todo indica que la campaña presidencial del artista, el año pasado, resultó ser un factor definitivo para que Kim Kardashian tomara la decisión.
En su solicitud, Kim Kardashian aspira a quedarse con la custodia completa de sus cuatro hijos. Es muy posible que, en efecto, esta le sea concedida, debido al diagnóstico médico de bipolaridad que le fue dado a Kanye en el 2019.
Kim Kardashian y Kanye West tienen patrimonios similares y habían firmado un acuerdo pre-nupcial. Esto facilitará, en términos legales, la distribución de los bienes. Yeezy, empresa de la cual Kanye West es dueño en un 100%, vale alrededor de 1.3 billones de dólares. No obstante, este dinero no es líquido.
En cambio, la marca de Kim Kardashian está avaluada, más o menos, en 750 millones de dólares, de los cuales las acciones de Kim valdrían al menos 500. Empero, a pesar de que la empresa de Kanye está avaluada en un precio mayor, la fortuna de Kim Kardashian es mucho más líquida, ya que recibió un pago de 200 millones de dólares en efectivo, a cambio de una porción de las acciones.
No obstante, a pesar del acuerdo pre-nupcial, la pareja comparte muchos bienes, dentro de los cuales se incluyen vehículos, joyas, propiedades y demás. En total, dichos bienes sumarían alrededor de 70 millones de dólares.
La noticia de que una de las parejas más icónicas de nuestros tiempos se separa ha causado conmoción en los medios de comunicación. Habrá que ver el impacto que tenga esto en el legado cultural de Kanye West y sus planes en la política.
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