Así fue como Corea del Sur venció al coronavirus.
El avanzado país asiático dio un tratamiento ejemplar ante la crisis del coronavirus. Corea del Sur fue de los primeros focos de infección después de China, teniendo casos de hasta 900 infectados en un solo día. La situación fue rápidamente alarmante, y asimismo fue tratada por las autoridades.
Al día de hoy, Corea del Sur ha hecho cerca de 260.000 tests para el coronavirus: una inmensa cantidad. Adicionalmente, logró desinfectar las ciudades de manera rápida y eficaz aplicando medidas de cuarentena para su población. El gobierno fue capaz de frenar las actividades a tiempo y aplicar medidas rápidamente para detener la propagación del virus.
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Ahora bien, hay varios aspectos a tener en cuenta para quienes leen este artículo. En primer lugar, el gobierno de Corea del Sur tiene la capacidad de restringir y organizar a su población de manera más eficaz que los gobiernos latinoamericanos (e incluso que los europeos). La razón principal es que, en los países asiáticos, el grado de obediencia de la población suele ser bastante alto.
Esa es una gran diferencia que separa a Corea del Sur del resto de países infectados. No obstante, la economía es otro factor crucial. Detener (casi) por completo las actividades de un país requiere de una estabilidad económica demasiado alta con la que no todos los países cuentan. Los costos son demasiados altos, aunque valen la pena. La cantidad de vidas que se salvan al detener la propagación del virus es algo que no tiene precio; aunque, paradójicamente, no todos los países están en la capacidad de asumirlo.
Es una realidad triste: no todos los países pueden hacer lo que hizo Corea del Sur frente al coronavirus. Reaccionaron de manera ejemplar gracias a sus valores como nación y a que estaba en sus manos hacerlo. Ahora, resta esperar cómo lo van a hacer los demás países que no cuentan con la misma estabilidad y nivel de organización.
Esperemos que sea un momento en el cual nos demos la mano internacionalmente; en el cual nos rescatemos los unos a los otros para evitar que se pierdan vidas humanas de nuestros seres más vulnerables. Por lo pronto, en nuestras manos está seguir todas las precauciones que están siendo difundidas a través de las autoridades; tener la mayor paciencia y calma posible; concentrarnos en los aspectos positivos de esta etapa; guardar y mantener la fe.
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