Parte de lo que se esperaba como consecuencia de los periodos de aislamiento y cuarentena, era una disminución del calentamiento global. No obstante, la ONU acaba de confirmar que, a pesar de las medidas de confinamiento, el panorama medioambiental no parece ir mejorando. Cambio climático.
En el Acuerdo de París, los países miembros de la Organización de Naciones Unidas pactaron no permitir que el calentamiento global superase los 2ºC en los próximos años. Sin embargo, los expertos de la ONU dicen que eso será imposible a este paso. Desde el 2016, nos enfrentamos a las temperaturas más cálidas de la historia y esto ha tenido repercusiones serias en el medio ambiente.
La mala noticia, después de la pandemia, es que esta no ayudó mucho para mitigar el cambio climático. Este se redujo un poco durante el periodo de confinamiento, pero retomó sus valores usuales con la reactivación económica. Así lo han hecho público los expertos de la ONU, que no plantean un panorama optimista para los años que siguen.
Las olas de calor seguirán incrementando y deben tomarse medidas para mitigar su efecto. Su principal consecuencia se ve en las aguas y esto afecta directamente a una gran porción de la población mundial. Actualmente, el 12% de la población no tiene acceso a agua potable. Debido al calentamiento global, esta cifra podría incrementar y la situación podría agravarse para estas comunidades.
A partir del 2030, será necesaria una regulación estricta para impedir que el cambio climático siga alterando el orden de la naturaleza. El calentamiento de los océanos y el derretimiento de los glaciares perjudica la vida marítima y pone en riesgo la seguridad de los seres humanos. La transición a los modos de consumo eco-sostenibles se hace cada vez más necesaria.
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