La respuesta corta es que lo más probable es que sí haya una segunda ola de coronavirus. Los expertos en epidemias, como Anthony Fauci, el inmunólogo oficial de la casa blanca, coinciden en que parece algo inevitable. Asimismo, Fauci declaró que Estados Unidos estaba “de rodillas ante el virus”.
Lo más importante es recordar el uso del tapabocas. Está comprobado con certeza que reduce significativamente la cantidad de contagios. Se conoce, por ejemplo, el caso de dos estilistas de Río de Janeiro que dieron positivo para COVID-19. Gracias al uso del tapabocas, ninguno de sus 140 pacientes dieron positivo para la prueba.
Sin duda, las mascarillas serán una herramienta clave durante el segundo brote del virus que, para los expertos, llegaría en invierno. Por lo tanto, es de esperarse que la normalidad no regrese antes de lo que termine el año. Lo más probable es que se siga practicando el distanciamiento social durante el resto del 2020 (y puede que más).
La primera ola de contagios no sea ha terminado ni en el norte ni en el sur de América. En Latinoamérica, ni siquiera se ha alcanzado el pico de la epidemia. Mientras tanto, los gobiernos hacen lo que pueden para evitar que se saturen los sistemas de salud.
En Europa se ha dicho: “no es hora de celebrar, es hora de prepararnos”. Es importante que el segundo brote del virus no arruine la economía. Sin embargo, todo indica que los mercados que dependen del turismo estarán apagados durante el resto del año.
El turismo es el gran ejemplo de que, a pesar de la reactivación económica, hay sectores de la economía que no se recuperan si hay virus: los eventos, el turismo, los gimnasios, etc. Todos estos son negocios que seguirán en pausa mientras no haya una solución médica al problema.
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