La historia de Javier Tarazona, activista fundador de la ONG Fundaredes, es una que demuestra la relación entre el régimen de Nicolás Maduro, el ELN y las FARC. Tarazona, quien fue profesor de universidades en Venezuela, Chile y Colombia, se dedicó a investigar la relación entre el régimen venezolano y las guerrillas de extrema izquierda en Colombia.
Así pues, el régimen de Nicolás Maduro optó por ponerlo preso, bajo el cargo de “traición a la patria”. ¿Pero no deja esto en mayor evidencia aún al régimen del dictador? Al silenciar con cárcel a Javier Tarazona, el régimen de Maduro ha atraído la atención hacia sus investigaciones.
La fotografía que desató el caos
Fundaredes, la ONG dirigida por Javier Tarazona, habría descubierto a un poderoso funcionario del régimen reunido con el ELN. El ex-ministro del Interior venezolano, Ramón Emilio Rodríguez Chacín, sostenía reuniones con los cabecillas del ELN en sus propiedades.
Asimismo, Tarazona puso en evidencia cómo el régimen de Nicolás Maduro facilitó estas reuniones, en territorio venezolano, desde las cuales se dirigen las operaciones del Ejército de Libetación Nacional (ELN).
¿Qué significa esto para Colombia?
El arresto de Javier Tarazona tiene un alto significado para la política colombiana. Las pruebas que ofreció este activista, gracias a sus investigaciones, tienen un gran impacto en la seguridad de Colombia, pues el ELN ejerce una presión silenciosa y violenta en el país.
Bajo el contexto de las más recientes protestas que han surgido en Colombia, durante los últimos meses, el ELN ha jugado un rol criminal. La guerrilla ha facilitado y organizado ataques violentos contra la infraestructura, la propiedad privada y la policía, lo cual ha sido comprobado por el ministerio de defensa.
Nadie ha negado que gran parte de las protestas fueron pacíficas, pero también gran parte de ellas fueron con violencia organizada y financiada desde Venezuela.
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