Joe Biden cree que Putin es un asesino
En realidad, todos los jefes de estado son responsables, irremediablemente, de la pérdida o conservación de la vida de muchas personas. El mismo Biden, a finales del mes pasado, ordenó un bombardeo en territorio Sirio, el cual pudo haber dejado víctimas letales. Otro ejemplo es el caso de Trump, cuando ordenó la ejecución del general de las fuerzas armadas iraníes, Qasem Soleimani. Lo mismo sucedió con Obama y Osama Bin Laden; Bush y Saddam Hussein, etc.
Sin embargo, Joe Biden podría estarse refiriendo a los misteriosos envenenamientos de los líderes de la oposición rusa, los cuales parecen haber sido ordenados desde el Kremlin. Estos envenenamientos han sido perfeccionados, de modo que los agentes químicos generan efectos que se confunden con causas naturales de muerte. Adicionalmente, muchos de estos asesinatos han sido cometidos en suelo extranjero. Aquellos que se comenten en Rusia son imposibles de rastrear o comprobar.
Interferencias en las elecciones
Mientras cada vez se hace más común que los gobiernos erradiquen a su oposición, Biden asegura que hará pagar a Putin las consecuencias por haber intentado intervenir en el resultado de las elecciones del 2020. Según el gobierno estadounidense, un reporte de inteligencia habría revelado lo siguiente.
Según se reportó, Rusia habría tratado de influenciar las elecciones para favorecer a Trump. Asimismo, el gobierno de Irán habría intentado influenciar los resultados en favor de los demócratas. Por esto, el presidente Joe Biden asegura que pronto hará que Putin pague por haber querido intervenir en la democracia de su país.
Cuando se le preguntó Joe Biden si creía que Putin era un asesino, contestó que sí. Esto se debe a lo explicado anteriormente. En Rusia, durante siglos, el poder político se ha valido de envenenar a los miembros de la oposición para eliminarlos de la competencia. Durante la época de la Unión Soviética, se avanzó muchísimo en el desarrollo de estos venenos (conocidos como Novichok). No obstante, luego de la caída del muro de Berlín, el nuevo gobierno ruso siguió desarrollando venenos, pues veía su utilidad en la política.
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