La más reciente posesión de Lula da Silva es un evento histórico para Brasil, pues se trata de uno de los momentos de mayor división y crisis para el gigante sudamericano. El descontento social de las personas que más sufren los efectos de la inflación, sumado a los desaciertos del bolsonarismo, fueron el caldo de cultivo perfecto para la reelección de un presidente de izquierda.
La posesión de Lula da Silva: ¿qué significa para Brasil?
El primero de enero del 2023, se hizo oficial la posesión de Lula da Silva como presidente de Brasil. El mandatario obtuvo la victoria por un cerrado margen de votos, lo cual significa que gobernará un país marcado por la división política. A pesar de que Da Silva dijo en su discurso, cuando ganó las elecciones, que gobernaría para todos los brasileros, las apuestas de los inversionistas no reflejan lo mismo.
Como presidente, Lula da Silva no tardó en firmar trece decretos, los cuales deshacen medidas tomadas por el gobierno anterior, dirigido por Jair Bolsonaro. Dentro de estas medidas, se han asignado subsidios de renta básica, se restableció el fondo para el Amazonas y se cedieron exenciones de impuestos para combustibles.
Uno de los mayores desafíos de Lula da Silva, como él mismo lo reconoció, es sacar de la pobreza y del hambre a treinta y tres millones de habitantes. Sin embargo, la Bolsa de Sao Paulo no se ha mostrado optimista, pues muchos inversionistas desconfían de cómo se gestionará la contabilidad pública bajo el mandato de Da Silva.
A pesar de las promesas de este caudillo, no hay que olvidar que, dentro de su plan de gobierno, promueve medidas que favorecen el poder de los políticos sobre las decisiones financieras de las mayores empresas del país. ¿Es esto lo mejor, que el brazo político tenga influencias en las empresas, para el crecimiento económico que busca Da Silva?
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