Perú y México rompen relaciones, después de que ambos países retirasen a sus respectivos embajadores. Por su parte, el presidente mexicano no reconoce el actual gobierno de Dina Boluarte. Empero, Boluarte ha reemplazado a Castillo luego de un catastrófico gobierno y un absurdo intento de golpe de estado.
Perú y México rompen relaciones
La presidenta de Perú, Dina Boluarte, ha anunciado hoy la retirada del embajador peruano en México, Manuel Gerardo Talavera Espinar, como respuesta a las declaraciones del gobernante mexicano, Andrés Manuel López Obrador. Boluarte acusa a López Obrador de “injerencia en asuntos internos” del país andino y de haber “decidido apoyar el golpe de Estado” del exmandatario Pedro Castillo. “He dispuesto el retiro definitivo de nuestro embajador en los Estados Unidos Mexicanos y, de esta manera, las relaciones diplomáticas entre Perú y México quedan formalmente a nivel de encargados de negocios“, dijo Boluarte en una locución.
La respuesta de López Obrador
López Obrador reiteró su solidaridad con Lilia Paredes, esposa de Castillo, tras sostener el 23 de febrero una reunión con ella en el Palacio Nacional. El presidente de México indicó que “México va a seguir apoyando al presidente (Castillo) injusta e ilegalmente destituido y va a seguir demandando que se le libere. No puede estar en la cárcel, es una gran injusticia”. López Obrador también insistió en su acusación de que Boluarte es una “presidenta espuria” y condenó la muerte de cerca de 60 personas, según sus cálculos, en las protestas contra el Gobierno peruano.
El impacto de la polémica en las relaciones entre Perú y México
La retirada del embajador peruano en México y la respuesta de López Obrador han tenido un fuerte impacto en las relaciones diplomáticas entre Perú y México. La Alianza del Pacífico, un bloque comercial al que pertenecen ambos países junto con Chile y Colombia, también se ha visto afectada por la situación. Boluarte acusó a López Obrador de “afectar gravemente las relaciones de respeto mutuo, amistad, cooperación y voluntad de integración que históricamente ha unido al Perú y México”. La situación actual deja a ambas naciones en una situación incierta en cuanto a su relación bilateral y a su participación en la Alianza del Pacífico.
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