Shirley Temple nació el 23 de abril de 1928, en Santa Mónica, California. Con tan solo tres años, comenzó a tomar clases de baile y, rápidamente, fue descubierta por un agente de Hollywood que le aseguró su primer papel.
Así de temprano comenzó su carrera en la pantalla grande. A los seis años, Shirley Temple se convirtió en la actriz más joven de la historia en ganar un Premio Óscar. En 1934, su actuación en la película “Bright Eyes”, le valió el histórico galardón.
Asimismo, habiendo comenzado su carrera durante una edad muy temprana, Shirley Temple también se retiró rápidamente. A los 22 años, Temple abandonó su carrera artística para dedicarse a otros fines.
Temple no continuó actuando en la gran pantalla, pero se dedicó a diferentes causas que también la convirtieron en un personaje histórico de los Estados Unidos. Shirley Temple, después de su carrera artística, ocupó cargos diplomáticos a través de los cuales representó a su país en el extranjero.
Las causas benéficas eran de gran interés para la actriz, quien quiso hacer aportes a la sociedad desde muy joven. En sus memorias, tituladas “Child Star”, Temple describió cómo un productor de MGM se bajó los pantalones y le mostró sus partes íntimas durante una reunión en 1940. En ese entonces, la actriz tenía apenas 12 años.
Su historia de vida, llena de lujos, fama e, inclusive, tristes momentos de abuso, se convirtió en un referente e inspiración para las generaciones actuales.
Su obra por fuera se la pantalla
En 1969, Shirley Temple fue nombrada representante de los Estados Unidos en las Naciones Unidas. Su labor como diplomática se concentró en causas ambientalistas. En 1972, representó a su país en la Conferencia de la ONU sobre el Medio Ambiente, por ejemplo.
De igual forma, Temple alcanzó a ocupar más cargos diplomáticas, como embajadora de los Estados Unidos en Ghana. Su preocupación por hacer un cambio en el mundo la convirtió, más que una celebridad, en un ejemplo de vida para quienes tienen aspiraciones similares en el arte y la diplomacia.
Shirley Temple falleció en 2014, con 85 años. Ahora, por su gran labor como profesional y como ser humano, es recordada por el Doodle de Google y por todos quienes han investigado sobre su nombre.
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