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El mandato de Donald Trump en Estados Unidos está a punto de terminar y el presidente ahora es, oficialmente, el candidato por el partido republicano. Casi todo el mundo está saliendo de una crisis actualmente y la posible llegada de la vacuna ha llenado de optimismo al planeta entero. En muchos países, ya no hay una cuarentena estricta, aunque todavía es importante mantener los protocolos de bioseguridad.
La crisis del coronavirus puso en juego el resultado de las elecciones de este año. El manejo que Trump le dio a la pandemia fue bastante cuestionado, ya que no utilizaba mascarilla y hacía declaraciones desconcertantes sobre el tema. Cuando el presidente hablaba al respecto, hacía comentarios tan impertinentes que alcanzaban a demostrar el poco conocimiento que tenía sobre la situación. Poco a poco, el gobierno recapacitó y, hasta el presidente, tuvo que comenzar a usar la mascarilla.
No siendo poco, Donald Trump enfrenta otra crisis que no le favorece para las elecciones. El movimiento de Black Lives Matter tiene mucho para reclamarle a ese país. El racismo en contra de los afroamericanos hace parte de las instituciones que hacen cumplir la ley allá. Los asesinatos y la cantidad de personas afroamericanas en prisión demuestran que, históricamente, en el gobierno ha habido y hay racismo.
Para muchos, Donald Trump encarna la representación del racismo, debido a comentarios que ha hecho y a formas en las que se ha referido a las demás etnias. De hecho, una de sus políticas más fuertes consiste en luchar contra la competencia desleal de China. Por ello, Donald Trump es la figura del proteccionismo en su país y ese tipo de discursos se presta para reacciones xenofóbicas en la gente. Además, en la manera en la que se expresa, el presidente no tiene suficientes precauciones para que la gente no caiga en estos comportamientos.
El problema del racismo institucionalizado en la policía de los Estados Unidos es más complejo de lo que parece. Los oficiales de policía estadounidenses tienen vidas muy arriesgadas y peligrosas, que los someten a niveles de estrés que no cualquier humano sabe soportar. El entrenamiento de estos agentes debería prepararlos adecuadamente para soportar el estrés, porque en un país donde las armas son legales los policías viven al borde de la muerte.
La guerra entre la policía estadounidense y los barrios afroamericanos representa, de algún modo, lo que sucede a nivel político en el país. Los demócratas buscan justicia para los menos favorecidos y los republicanos concentrarse en el crecimiento económico del país. Donald Trump quiere que Estados Unidos gane mucho dinero y, hasta el momento, lo ha logrado.
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