La Navidad trajo una segunda ola de coronavirus.
La Navidad, a parte de su significado espiritual y tradicional, también es una fecha que se caracteriza por dejar ver el consumismo de las personas. Usualmente, las gente está condicionada a hacer gastos especiales durante estas fechas. En este año, la Navidad coincidió con la grave situación de la pandemia, causada por el coronavirus. Aunque para este momento ya ha sido aprobada la vacuna, aún no termina la pandemia, que sigue haciendo estragos.
Muchas personas, que no han tenido que sufrir tragedias a causa del virus, tienen un deseo ferviente de volver a la normalidad. Por eso, esta Navidad, hubo gente afortunada que aún pudo disfrutar de algunas de las tradiciones que se acostumbran en estas fechas. Por ejemplo, hubo una cantidad significativa de personas que pudieron adquirir regalos y hacer compras navideñas.
Afortunadamente, el consumo de las personas favorece el crecimiento y la actividad económica. Sin embargo, el comercio fomentó las aglomeraciones y las fechas propiciaron reuniones entre amigos y familiares. El resultado, debido a la pandemia, fue catastrófico. En los países en los que no hay reglas de confinamiento, la curva de contagios creció.
Aún no es momento de salir
A pesar de que la vacuna ya ha sido desarrollada, aún falta tiempo para que se termine de distribuir. El proceso de vacunación masiva podría tardar meses, durante los cuales nadie está exento de contagiar o ser contagiado. Sin embargo, estas fechas navideñas dieron pie a que se incumplieran los protocolos necesarios para contener el virus. Muchos afortunados pudieron pasarla bien con sus familias, pero otros sufrieron la grave tragedia del virus.
Como ya es sabido, la enfermedad sólo afecta letalmente a un pequeño porcentaje de la población, que normalmente presenta preexistencias y vulnerabilidad. No obstante, eso es suficiente para tener mucho cuidado, ya que esas personas podrían hacer parte de nuestra familia y la muerte de un ser querido es una experiencia dolorosa, trágica y traumática. Aún así, hay personas que ven muy lejana posibilidad de ser contagiadas, porque no les ha tocado todavía un caso cercano. Sin embargo, es necesario entender que aún falta tiempo antes de poder volver a la normalidad.
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