En el documental de Nanfu WangJialing Zhang, titulado “One Child Nation”, se evidencian y analizan las consecuencias que tuvo la Política del Hijo Único en China. Además, expone cómo un gobierno autoritario, como el chino, es un serio peligro para los ciudadanos, que se vieron forzados a propiciar un genocidio, bajo órdenes del gobierno.
Cientos de miles de enfermeras y funcionarios del gobierno mataron decenas de millones de bebés recién nacidos, para poder cumplir con la Política del Hijo Única impartida por el gobierno desde 1979 hasta el 2015.
El Partido Comunista Chino premió y dio honores a aquellos funcionarios que más lograban controlar el crecimiento de la población. Implementaron términos como “la guerra poblacional”; inundaron de propaganda las calles, lavaron el cerebro de la gente y, más aún, la obligaron a cometer millones de asesinatos.
Durante 30 años, padres, madres de familia, enfermeros y autoridades, en todo China, practicaron millones de abortos y asesinaron millones de bebés recién nacidos (por no haber sido varones). Los letreros de la propaganda del Partido Comunista decían “Aborta, ¡pero no des a luz!”.
A quienes concebían más de un hijo, las autoridades les quitaban todas sus propiedades y demolían sus hogares. En consecuencia, muchos ciudadanos recurrieron a dejar morir a sus bebés cuando nacían mujeres. El sueño de todos, que solamente estaban autorizados a tener un hijo, era tener un varón que continuase con el apellido de la familia.
Esta forma de pensar, sumada a las estrictas y mortales políticas del gobierno, causaron la muerte de decenas de millones de bebés recién nacidos, quienes se podían escuchar llorando en las calles, porque las personas los abandonaban para dejarlos morir. Política del Hijo único en China.
Nadie quería hacerse cargo de los bebés, así que, en 1992, el gobierno chino comenzó a facilitar la adopción de bebés chinos. Por lo tanto, algunas personas comenzaron a recoger bebés de las calles y los orfanatos, rápidamente, los ponían en adopción.
Pero, para ir más allá, el Partido Comunista también persiguió a quienes tenían dos hijos, por ejemplo, gemelos. De estos, uno les era secuestrado y puesto en adopción en dichos orfanatos. Muchos de estos niños han crecido en hogares de países desarrollados de Occidente.
Lo anterior solo demuestra el poder que puede llegar a tener un gobierno autoritario. Muchos ciudadanos chinos, al sol de hoy, como se evidencia en el documental, creen plenamente en que la Política del Hijo Único fue una genial y necesaria estrategia del Estado.
Sin embargo, dicha política, por encima de cualquier resultado económico que haya logrado obtener, significó un violento y sangriento genocidio.
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