El proyecto de desarrollar una moneda única latinoamericana ha sonado en varias ocasiones. De hecho, este tendría sentido, gracias a la homogeneidad que caracteriza la cultura y los sistemas de cada país de la región. Pero entonces, ¿qué ha impedido que se desarrolle una moneda latinoamericana común y qué probabilidad hay de que se realice en un futuro cercano?
Moneda única latinoamericana
La propuesta de una moneda latinoamericana común ha resurgido, gracias a la ola de nuevos presidentes de izquierda que ha llegado a la región. Sin embargo, las posiciones asumidas por estos gobiernos recientes se han mostrado menos radicales que las de sus antecesores con ideologías afines.
No obstante, la cercanía ideológica que existe entre presidentes como Lula da Silva (Brasil), Gustavo Petro (Colombia), Alberto Fernández (Argentina), le da a este nuevo proyecto macroeconómico una nueva estela de optimismo. Ahora que todos estos gobiernos comparten, supuestamente, ideales y principios, es más probable que se acuerde el desarrollo de esta moneda única latinoamericana.
Ahora bien, más allá del común acuerdo, para establecer una moneda común, los países deben tener niveles de inflación bajas, déficit presupuestarios controlados, deudas ajustadas y políticas similares. Es decir, que se trata de un trámite de larga duración y, además, un alto grado de dificultado.
Sin embargo, los mandatarios de Brasil y Argentina, cuyos países comparten una interdependencia económica, han vuelto a poner sobre la mesa la creación de una moneda común. Brasil y Argentina sostienen un mercado bilateral del cual dependen y que justifica la creación de la divisa.
Una de las principales ventajas de tener una moneda latinoamericana común, es que se facilita el intercambio de mercancías entre las regiones; así como la movilidad. Por esta razón, el proyecto podría resultar exitoso para la región, ¿pero podrá ser bien ejecutado por los líderes actuales? ¿Qué nombre llevaría esta nueva divisa común?
También podría interesarle: