El miércoles, 8 de septiembre, un ciudadano colombiano murió asesinado a manos de dos oficiales de policía en Bogotá. El hombre era llamado Javier Ordóñez y el homicidio causó indignación entre la gente. Por ende, cientos de jóvenes salieron a las calles en actitudes violentas y generaron un gran caos en la ciudad. Colombia protestas.
56 instalaciones de la policía han sido destruidas. Los disturbios han dejado, hasta el momento, 11 muertos y 403 heridos. Sin embargo, las manifestaciones en el país también se venían presentando desde antes de la pandemia. ¿Por qué se protesta tanto en Colombia? ¿Qué es lo que reclaman los ciudadanos?
Un país dividido
El presidente de Colombia, Iván Duque, ha tenido que liderar el país en uno de los momentos más difíciles de la Historia. No solamente por la pandemia, sino también por la turbulencia política. Colombia es un país polarizado, que se encuentra dividido entre quienes apoyan y quienes no al ex presidente de la república, Álvaro Uribe Vélez. Colombia protestas.
Uribe es, quizás, el político más influyente del país. Su política se concentró en erradicar las guerrillas de izquierda para impulsar el crecimiento económico de la nación. Sin embargo, al enfrentarse con guerrillas que no respetan los derechos humanos, el ex presidente tuvo que recurrir a la creación de ejércitos paramilitares. (Es decir, ejércitos extra oficiales organizados al margen de la ley).
Las masacres y los crímenes de lesa humanidad realizados por los ejércitos paramilitares significaron un gran repudio contra Uribe en el país. Dicho repudio se convirtió en la principal estrategia política de la oposición. No obstante, dentro los opositores del ex presidente hay guerrilleros de izquierda y miembros del Foro de Sao Paulo.
El pensamiento de izquierda
La opinión pública de los estudiantes de Colombia está moldeada, sobre todo, por el pensamiento de izquierda. El anti-uribismo es un común denominador entre los jóvenes, que rechazan los crímenes cometidos por los paramilitares. Sin embargo, no se percibe que haya el mismo rechazo hacia las guerrillas de izquierda.
El discurso populista de la izquierda, alimentado y financiado por el Foro de Sao Paulo, ha cobrado fuerza en el país desde que el ex-presidente Juan Manuel Santos firmó el tratado de paz con las FARC (la guerrilla de izquierda más antigua del mundo). Se suponía que la guerrilla desaparecería y que ahora tendría un lugar en la política. Sin embargo, la guerrilla todavía existe y, adicionalmente, ocupan sillas en el Congreso.
Las protestas
Los jóvenes sienten que el uribismo representa la corrupción y la guerra. Por lo tanto, están convencidos de que el vandalismo es una forma apropiada para manifestarse. Además, los líderes de izquierda incentivan este tipo de comportamientos porque favorecen su status político. as.
Este tipo de manifestaciones se está convirtiendo en una de las herramientas más poderosas para la oposición.
La muerte de Javier Ordóñez
No hay nada que justifique el vandalismo, ni hay nada que justifique el abuso policial. En www.quienlosabe.com, también protestamos contra el homicidio de George Floyd. Sin embargo, las manifestaciones deben darse siempre de forma pacífica.
Javier Ordóñez era un individuo con antecedentes penales, que consumía alcohol con frecuencia y tenía denuncias por maltrato intrafamiliar. Los medios de comunicación han intentado retratarlo como un honesto abogado, pero esta representación está bastante alejada de la realidad. Colombia protestas.
El abuso policial es un problema que va más allá de lo que suponen aquellos que protestan. Se cree, en el imaginario colectivo, que hay una guerra entre policías y civiles. Sin embargo, los policías también son seres humanos que se encuentran sometidos a altos niveles de estrés. Claramente, los oficiales (no sólo en Colombia) no están entrenados para controlar sus emociones y eso es un problema que yace en las instituciones.
¿Acaso hace falta una reforma para recortar el presupuesto de la policía? Al contrario, se tiene que invertir más recursos para que el entrenamiento de las fuerzas sea aún más especializado. Los agentes deben ser entrenados para controlar sus emociones y no abusar de su autoridad.
El homicidio de Javier Ordóñez es algo que sucede a diario y no solamente ocurre en Colombia. Sin embargo, no es motivo para pelear entre hermanos y destruir las instalaciones públicas. Sí es un episodio digno de manifestaciones y protestas, pero estas deberían darse en paz.
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