Coronavirus: Suecia decide no tomar medidas de aislamiento social.

Coronavirus: caso Suecia.

Los países son independientes de tomar medidas e imponer regulaciones frente a la propagación inminente del COVID-19. Así pues, cada nación ha sido diferente en su manejo con respecto a la amenaza del virus.

Después de ver los casos fatales de Italia y España, muchos países se alarmaron y resguardaron a sus poblaciones en la seguridad de sus casas. Con medidas de cuarentena, muchas naciones decidieron proteger a sus ciudadanos del contagio aislándolos de todo contacto social.

La letalidad del virus no se cuestiona luego de dejar más de 10.000 muertos en Italia. Pero entonces, ¿cómo es que hay países que deciden no recurrir a las medidas de cuarententa?

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Las grandes ciudades de Europa como París, Londres, Madrid, entre otras, se encuentran bajo cuarentena para evitar el esparcimiento del virus en la población. Los países hacen lo posible por reducir el número de contagios.

Sin embargo, no es el caso de Estocolmo: donde las personas siguen saliendo y visitando todos los sitios de interés, trabajando y siguiendo con su vida diaria. El coronavirus, en Suecia, no ha sido motivo de aislamiento social, ya que sus actividades siguen fluyendo con normalidad.

Las únicas medidas que ha tomado el gobierno sueco frente al COVID-19 son: prohibir las aglomeraciones de más de 50 personas en sitios públicos; cesar las actividades de las instituciones de educación superior y recomendarle a las personas trabajar desde casa si se les posibilita.

Los expertos no desconocen lo riesgosa que es la postura del país sueco. Sin embargo, reconocen que protege la economía del país. El confinamiento de la población la protege y ayuda a reducir la propagación del virus, pero tiene un costo económico grandísimo para cualquier país.

El gobierno sueco asegura que está tomando todas sus decisiones apoyado en la ciencia. Dice que “tomará las medidas adecuadas en el momento adecuado”. Los contagiados son cerca de 3000 y las muertes se aproximan a 100. De modo que el gobierno busca el balance entre el cuidado de sus ciudadanos y el de su economía.

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