La campaña presidencial de Donald Trump ya tiene un eje central para su discurso. El anti-comunismo será la bandera de la campaña del candidato por el Partido Republicano. A continuación le brindaremos un análisis de los posibles efectos que esto puede tener. De todos modos, le anticipamos que la estrategia es fuerte.
Un discurso necesario
Independientemente de si usted guste de Donald Trump o no, el discurso anti-comunista es necesario para combatir a la organización internacional de partidos de izquierda. Durante más de 50 años, la izquierda ha estado unida planeando su revolución comunista. Quizás es momento de que los partidos de derecha también se organicen y formen una unión.
La lucha contra el comunismo es necesaria, pues la izquierda plantea modelos de gobierno que se basan en centralizar la economía en el poder del Estado. Cuando esto sucede, el Estado se hace tirano con los recursos del país y el pueblo sufre de hambre y represión. No existe un solo caso que no demuestre que las revoluciones comunistas son una tragedia para el pueblo. Sin embargo, hay partidos políticos que pretenden llegar al poder de esta forma e implementar gobiernos “socialistas”.
El socialismo no tiene nada de malo, pero…
Las políticas socialistas no tienen nada de malo, pero la centralización de la economía en el poder del gobierno sí. Dar subsidios necesarios y justificados es un avance para la sociedad. Garantizar recursos, educación, salud y oportunidades para los ciudadanos es favorable para cualquier país. Pero, cuando el gobierno no promueve la libertad en los mercados los países se empobrecen.
Lastimosamente, los partidos de izquierda latinoamericanos venden socialismo, pero en realidad son comunistas. Los gobiernos y las guerrillas apoyados por el Foro de Sao Paulo han demostrado que lo único que les importa es hacerse con el poder. Primero, porque no permiten que la economía del país crezca y, segundo, porque tienen sistemas corruptos de gobierno que no ayudan a la gente.
El papel de Donald Trump
Donald Trump ya ha declarado estar en contra de los partidos de izquierda latinoamericanos que pretenden hacerse con el poder. Esto podría garantizarle a Trump el voto latinoamericano, que tanto necesita para ganar. Además, se trata de un discurso sólido, ya que hace frente a un verdadero problema que afecta a todo el continente americano.
Según el discurso de Trump, Joe Biden y Obama se rindieron ante la guerrilla colombiana de las FARC, durante el gobierno de Juan Manuel Santos. De igual forma, el presidente arremetió contra el senador colombiano Gustavo Petro por representar a la izquierda de Cuba y Venezuela en Colombia. (Juntos, con Santos, lideran el movimiento de izquierda en Colombia).
Por lo tanto, para Trump, Joe Biden encarna a un amigo (o una pieza fácil) para el comunismo. Sea esto cierto o no, Biden es una persona cuyas facultades neurológicas siguen en deterioro. Por eso, quizás América Latina esté más a salvo mientras Donald Trump ocupe la oficina oval y es posible que esto le garantice al presidente el voto latino. La campaña de Donald Trump va así.
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