La mentalidad de Muhammad Ali

¿Cómo era la mentalidad de Muhammad Ali y cómo lo llevó a ser uno de los personajes más influyentes de la historia?

La mentalidad de Muhammad Ali: cómo ser un campeón

Muhammad Ali nació el 17 de enero de 1942 y fue campeón mundial de pesos pesados de boxeo entre los años 1964 y 1978. Su carrera estuvo suspendida durante aproximadamente tres años, a causa de que se negó a participar en la guerra de Vietnam como recluta. Por eso, Ali se convirtió en una voz más allá del deporte.

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La mentalidad de Muhammad Ali fue, sin duda, el secreto de su éxito. Ali aseguraba ser un campeón con sus palabras, pero también lo demostraba en el ring. Era elocuente en las entrevistas, lo cual lo hacía popular. Sin embargo, también realizaba proezas, pues se enfrentó a los pesos pesados más exitosos de la época y los derrotó, como a Sonny Liston y George Foreman.

Si se estudia la historia de las peleas y el récord de Muhammad Ali, se entiende fácilmente que estuvo invicto la mayor parte de su carrera, pues se enfrentó sin miedo y derrotó a las mejores leyendas. Además de eso, rompió récords de ventas y se consideraba la persona más famosa del mundo durante su época.

Muhammad Ali: Del ring al cielo - Vergara 240

La mentalidad del excampeón se puede resumir en una frase: el trabajo duro vence al talento. Además, cuando ambos se juntan, se da la fórmula exacta para un campeón. Es decir, que la disciplina vence al talento, ya que la práctica provee la perfección de la técnica. No obstante, cuando la disciplina se mezcla con el talento y la aptitud, como en el caso de Ali, se alcanza la fórmula del éxito.

¿Cómo aplicar esta mentalidad?

Para aplicar esta mentalidad es necesario hacer dos cosas:

  1.  Probar diferentes disciplinas, para encontrar una que se ajuste bien a nuestras aptitudes. Qué tan buenos seamos para algo, por defecto, ayudará a determinar si nos gusta o no.
  2. Practicar dicha disciplina, sin importar cuán talentosos seamos para ella. El hecho de contar con mucho talento innato, no es excusa para no practicar, ya que entonces nunca darás a conocer tu verdadero potencial.

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