Paolo Rossi, el futbolista italiano que fue campeón del mundo en 1982, murió este 9 de diciembre con 64 años. Durante su funeral, que fue llevado a cabo en Vicenza, un grupo de ladrones entró a su hogar para robar algunas de sus pertenencias. El episodio fue indignante y sucedió al suroeste de Florencia, donde habitaba el exjugador.
Federica Cappelletti, la esposa de Paolo Rossi, descubrió que su hogar había sido robado cuando llegó del funeral. Los ladrones que entraron a su casa se llevaron dinero en efectivo y un reloj del exjugador. La pareja y su familia se había establecido en el campo, para dedicarse al agroturismo y el cultivo.
Durante los partidos de este fin de semana, los jugadores italianos portaron un brazalete negro en memoria de Paolo Rossi, quien falleció el pasado miércoles. Antes de cada partido hubo un minuto de silencio por el exjugador y en las pantallas se proyectaron palabras como “Los héroes nunca mueren” y “Ciao, Paolo”.
Los diferentes equipos italianos que jugaron este fin de semana demostraron todo su respeto por el fallecimiento de Rossi. No obstante, un grupo de asaltantes no respetó el momento de su funeral y, por el contrario, aprovecharon para robar la casa del exjugador. Por su puesto, esto causó indignación y la historia se convirtió en noticia.
Paolo Rossi jugó en equipos como la Juventus y el AC Milán. Jugaba como delantero y ganó la Copa Mundial de Fútbol con su selección. Después de su retiro, en 1985, fue comentarista deportivo y tenía un resort de agroturismo llamado Poggio Cennina. Rossi hizo parte de la lista de “Los 100 mejores futbolistas del siglo XX”, la cual fue desarrollada por la FIFA y Pelé en el 2004.
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