Teoría de conspiración sobre el coronavirus.
La teoría general de conspiración sobre el coronavirus plantea tres posibilidades con respecto a su origen. La primera de ellas es que el virus haya surgido naturalmente; la segunda, que el virus haya sido elaborado por el gobierno estadounidense; la tercera, que este haya sido diseñado y manufacturado por el gobierno chino.
La primera de ellas, que el virus sea un acontecimiento natural, es quizás la teoría más frecuente y validada por la gente. En ella se plantea que el virus surgió como una defensa de la naturaleza, que requería un respiro. Esto se asume por el efecto que ha tenido el virus. Muchos han visto la pandemia como un control demográfico natural.
Ha sido evidente cómo la naturaleza ha recobrado territorio durante el cese de actividades humanas. Es como si el mundo de las plantas y los animales estuviese recobrando lo que alguna vez fue suyo. Durante el confinamiento, se ha reducido la polución y se han visto animales regresando a las calles, ya que no existe la amenaza humana.
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La segunda teoría radica en que el virus haya sido creado y plantado por el gobierno estadounidense. Esta teoría sostendría que el gobierno de los Estados Unidos utilizó el virus como un pretexto de guerra para enfrentarse a China. En efecto, el gobierno de la Casa Blanca estudia la existencia de intencionalidad por parte del gobierno chino en la propagación del COVID-19.
De encontrarse algún nivel de intencionalidad por parte del gobierno de Xi Jing Ping, la Casa Blanca ha prometido consecuencias para la nación de China. Lo cual nos lleva a la otra cara de la moneda: la teoría de que el virus fue diseñado por el gobierno chino. Esta teoría también tiene algunos pilares sólidos.
El laboratorio de Wuhan fue el primero en Asia en tener permisos para manejar patologías de alto riesgo, como el coronavirus; comprende uno de los cultivos de virus más grandes de todo el mundo y es muy posible que el virus haya salido de aquel laboratorio. La intencionalidad queda en cuestión, pero los comportamientos del gobierno chino, que ocultó cifras oficiales sobre contagios y muertes en su país, lo hacen sospechoso.
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