Greenpeace lanzó hoy 180 rocas de granito en las aguas suecas del estrecho de Kattegat (entre Suecia y Dinamarca)
De este modo, la asociación ecologista pidió hoy en un comunicado a la presidencia de la Unión Europea (UE) -que este semestre ejerce Suecia-, que modifique la PPC actual para permitir que las autoridades nacionales puedan tomar decisiones encaminadas a la conservación y protección de las especies marinas y de su biodiversidad.
Los activistas lanzaron al mar 180 bloques de piedra, con un peso cada uno de entre 500 kilos y tres toneladas, que dificultarán la pesca de arrastre de profundidad en el área.
Greenpeace recordó que los países de la Unión no tienen capacidad para regular o prohibir determinados tipos de pesca, ya las decisiones relativas a las flotas y a las capturas son acordadas a nivel comunitario.
Greenpeace celebró el cierre de estas áreas como “una victoria para los ecosistemas marinos”. Sus críticas se centran en un arte en concreto, el arrastre, que señala que es “altamente dañino”:
“Destruye los fondos marinos y sus hábitats, genera muchos descartes, especies de interés pesquero o no (como tiburones o corales) que son lanzados por la borda muertas o moribundas, y, además, emite mucho CO2 por los movimientos de tierra que genera y por la cantidad de combustible fósil que necesita para funcionar”.
La organización recalca que las zonas sobre las que se aplicará el veto representan menos de un 2% de las áreas de menos de 800 metros de profundidad de las zonas económicas exclusivas (ZEE) de los cuatro países a los que afecta: Portugal, España, Francia e Irlanda.
claves del conflicto:
El veto
La decisión adoptada por la Comisión Europea en septiembre se concreta en el cierre de 87 áreas a la pesca de fondo. Son algo más de 16.419 kilómetros cuadrados de aguas comunitarias que van desde el golfo de Cádiz hasta el Gran Sol. Ahí, a profundidades entre 400 y 800 metros, no podrán faenar barcos con artes de pesca de varios tipos distintos, pero que tienen en común que tocan el fondo marino: arrastre de fondo, palangre de fondo, dragas, nasas, redes de enmalle de fondo y almadrabas. El arrastre está ya prohibido desde 2016 a profundidades que superan los 800 metros.
El impacto en la flota
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha evitado en estos días dar datos sobre la cantidad de barcos afectados. En una entrevista con la Cadena SER insistió el domingo en que se trata de un asunto complejo y están tratando de determinar el alcance con el sector. “Igual un barco faena en una zona prohibida, pero al lado hay otra que no, aunque puede que haya otro barco”, expuso. Algunos representantes del mundo de la pesca sí han hecho cálculos: el presidente de la Confederación Nacional de Cofradías de Pescadores, Basilio Otero, dijo tras conocer la medida que son en torno a 1.000 las embarcaciones que tendrán que dejar sus caladeros tradicionales.
Las relaciones políticas
El ministro Luis Planas da por hecho que habrá recurso ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), una iniciativa que tiene el respaldo de todas las comunidades afectadas -Andalucía, Galicia, Asturias, Cantabria y Euskadi-.
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