Se propuso descontaminar al menos 2 kilómetros del lago Titicaca, en Puno, en 15 dias, haciendo uso de la nanotecnología. Llamó a su proyecto ‘Reto 15-Titicaca.

En 2010 Marino Morikawa recibió la clásica llamada telefónica que cambia la vida. Al otro lado del teléfono estaba su padre. Le contó cómo el lago pantanoso, que había servido de telón de fondo a la infancia de Marino en Perú, se había contaminado tanto que corría el riesgo de ser drenado. Aunque en ese momento el científico ambiental trabajaba en los laboratorios de la Universidad japonesa de Tsukuba, decidió enfrentarse a los 15.000 kilómetros que lo separaban de su familia para ver con sus propios ojos lo que estaba ocurriendo.

Así que el Dr. Morikawa decidió devolver el ecosistema a la época de su infancia, impulsado tanto por un ardor romántico como por la necesidad de salvaguardar un tipo particular de hábitat que tiene una importancia considerable en varios aspectos. De hecho, los pantanos y marismas (también llamados humedales) desempeñan el papel de mitigar y regular fenómenos como las inundaciones fluviales, ralentizar el flujo de agua y reducir el riesgo de inundaciones, creando condiciones favorables para la descomposición microbiana de la materia orgánica y representando, a nivel mundial, uno de los tipos de hábitat más importantes para la conservación de la biodiversidad.