Japón

Japón es un caso particular, cuando se trata de la pandemia. Muchos aún se preguntan cómo hicieron para contener la propagación del virus sin entrar en cuarentena. En la mayoría de los países esto sería algo imposible. Sin la cuarentena, millones de personas más hubiesen muerto y los sistemas de salud hubiesen colapsado. ¿Cómo hicieron los japoneses para prescindir de las medidas de confinamiento?

La respuesta a esta pregunta está en las costumbres culturales del país en mención. Lo que se ha popularizado como “distanciamiento social”, ya hacía parte de las prácticas y las costumbres de la gente en Japón. Durante miles de años, algunas culturas asiáticas han evitado el contacto físico entre las personas y la distancia entre uno y otro es algo necesario y bien visto. Por el contrario, una persona que recae demasiado en el contacto físico con los demás puede verse maleducado.

De lo anterior podemos inferir que, tal vez, las costumbres de las culturas asiáticas que incluyen la distancia entre las personas, se hayan desprendido de coyunturas como la que estamos viviendo ahora. Es posible que la “nueva normalidad” traiga consigo una nueva forma de comportarnos, ligada al respeto por el espacio personal de la gente y la disminución del contacto físico entre las personas.

Este cambio sería, sobre todo, para los pueblos latinos que tienen, por costumbre, muy arraigado el contacto físico entre conocidos. En la latitud de occidente -y en unos lugares más que en otros- no hay problema con que haya un leve contacto físico entre extraños. Entre conocidos, son frecuentes los abrazos, los besos y la cercanía física.

El impacto que esto crea en la psicología de las personas es interesante. Podría ligarse este cambio cultural al progreso económico, pues acentúa comportamientos como el cuidado y el ahorro. Es posible, pues, que después de la pandemia la humanidad se prepare para un periodo de prosperidad.

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