El gobierno de Donald Trump ha autorizado, finalmente, que comience la transición hacia el gobierno de Joe Biden. Así lo ha confirmado la titular de la Administración de Servicios Generales (GSA) de la Casa Blanca, Emily Murphy, quien, mediante una carta, informó sobre la decisión.
La noticia llegó luego de que se cerrara el recuento de votos en los estados de Michigan y Georgia. Pensilvania, que también era un estado clave para la votación, está también cerca de cerrar el recuento. Todo indica que los resultados eran correctos, aunque Trump niega que esto sea así. Según el actual presidente, ha habido fraude por parte del Partido Demócrata y estos se han robado las elecciones.
Muchos seguidores de Trump apoyan esta narrativa. Hay que recordar que, justo antes de la votación, estaban en furor las teorías de conspiración acerca de los demócratas. Parte de lo que ayudó a Trump a tener una votación tan alta -a pesar de haber perdido- fue una comunidad llamada QAnon, dedicada a difundir teorías de conspiración de extrema derecha.
Ahora bien, la administración de Trump no ha tenido de otra que resignarse ante la inminente victoria de Biden. Es claro que su equipo, dirigido por él y su abogado Rudy Giuliani, aún no acepta que Biden haya ganado limpiamente las elecciones. Según las declaraciones del presidente, en los estados clave hubo más votos que personas votantes. Sin embargo, la transición del gobierno de Trump hacia la nueva administración de Biden ha sido autorizada, ya que no han mostrado evidencia de lo que reclaman.
Hay que recordar que la oposición de Trump, durante todo su gobierno, acusó al presidente de haber hecho trampa en las elecciones. De hecho, armaron un escándalo acerca de que Trump había recibido dinero de Rusia. Finalmente, se comprobó que esto era falso. De hecho, quien recibió dinero del bloque ruso fue su contrincante, Hilary Clinton.
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