Pfizer es la farmacéutica que, en alianza con BioNTech, ha traído la mejor y más esperada noticia del año. Los laboratorios de Pfizer aseguran que la vacuna que han desarrollado tiene un 90% de efectividad en los pacientes. Al publicar los resultados de su tercera fase de investigación, el mundo entero adquirió una actitud optimista que se refleja en los mercados.
El distanciamiento social y el uso del tapabocas, a pesar de ser necesarios en tiempos de pandemia, no son parte de nuestra naturaleza humana. En cambio, nuestro bienestar depende de las buenas relaciones sociales, el contacto físico y el contacto visual de todo el rostro. Aunque los protocolos de bio-seguridad han permitido regular la curva de contagios, tanto estos como el aislamiento también le han hecho daño a la gente. Los periodos de cuarentena, por ejemplo, incrementaron y acentuaron los casos de depresión.
Podría decirse que las medidas de contingencia frente a la crisis tuvieron sus propios daños colaterales. ¡Ni hablar de los económicos! Así que la vacuna llega como un elemento necesario para recuperar nuestras libertades.
El optimismo de los mercados está bien justificado. Un 90% de efectividad en la tercera fase de la investigación es suficiente para asegurar que el medicamento funciona. Además, hay que recordar que Pfizer y BioNTech no son las únicas compañías trabajando en el desarrollo de esta vacuna. En Inglaterra, Alemania, China, Rusia y Francia también hay iniciativas que, seguramente, llegarán al mismo nivel de efectividad. Esto ampliará la oferta del medicamento, lo cual favorecerá al proceso de distribución.
Aún no se sabe cómo se distribuirá la vacuna cuando esta salga al público. Lo que se sabe, por el momento, es que las condiciones de refrigerio bajo las cuales deben estar las dosis dificultan la logística de distribución. Pero, aún así, se están haciendo cuentas para que, a partir de abril, se pueda llevar la vacuna a quienes más lo necesitan.
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