El misterio de DB Cooper: secuestró un avión y logró escapar.
Este hombre, jamás encontrado por la ley, secuestró exitosamente un avión comercial y luego escapó con 200.000 dólares en efectivo. Dicha suma equivale, hoy en día, a aproximadamente 1.2 millones de dólares. ¿Cómo logró este personaje el único delito de piratería aérea sin resolver de la historia?
Han pasado 50 años, desde que, en 1971, un hombre ingresara a un vuelo comercial, bajo el nombre de Dan Cooper. El hombre pagó el tiquete en efectivo, en el aeropuerto de Portland, Oregon, con dirección a la ciudad de Seattle, en Washington.
DB Cooper se sentó en la silla 18C, en la última fila del avión y ordenó un whisky bourbon con soda. Los pasajeros y la tripulación del vuelo recuerdan que DB Cooper llevaba vestido negro, corbata negra, gafas oscuras y un maletín. Tan pronto el avión se estabilizó en el aire, el misterioso pasajero le entregó una nota a la auxiliar de vuelo, escrita en un trozo de papel.
La auxiliar de vuelo pensó que se trataba de otro hombre dándole su número telefónico, así que no leyó el papel y lo guardó en su bolso. DB Cooper le dijo a la auxiliar en secreto: “Será mejor que lea la nota. Tengo una bomba”. Efectivamente, el papel decía que el pasajero cargaba una bomba en su maletín, que la haría estallar si no recibía un rescate por el valor de 200.000 dólares y otras demandas.
El avión sobrevoló el aeropuerto de Seattle hasta que se cumplieron las demandas del secuestrador: 200.000 dólares en efectivo, cuatro paracaídas y una carga de combustible para el avión esperando en el aeropuerto. A cambio de dichas peticiones, el secuestrador permitió que todos los pasajeros, excepto la tripulación, bajasen del avión.
Los pasajeros llegaron a su destino, sin percatarse de que el avión había sido secuestrado por un criminal. Luego de que el avión se abasteciera de combustible, DB Cooper le exigió a la tripulación volar hasta México, sin sobrepasar cierta altura y a cierta velocidad. Los pilotos le dijeron a Cooper que sería necesario hacer una escala para recargar combustible, así que el secuestrador accedió a hacer una parada en el aeropuerto de Reno, Nevada.
Sin embargo, pasados algunos minutos del despegue, la tripulación, que estaba encerrada en la cabina, sintió un cambio abrupto en la presión del avión. En efecto, DB Cooper habría saltado de la nave dejando atrás tan solo 8 colillas de cigarrillo, su corbata negra y tres de los cuatro paracaídas que le fueron entregados en Seattle.
Los investigadores realizaron cálculos de dónde podría haber caído DB Cooper. Muchos asumen, de hecho, que el secuestrador podría haber muerto durante el salto, debido a las condiciones climáticas de la zona esa noche. Sin embargo, lo cierto es que después de organizar brigadas de policía, ejército y civiles, no se encontró ni un solo rastro.
Hasta el día de hoy, 50 años después del incidente, las autoridades desconocen la verdadera identidad de DB Cooper. Este misterioso criminal pasó a la historia por, posiblemente, haberse salido con la suya con este robo. En el año 2016, el gobierno estadounidense decidió cerrar la investigación, que jamás les dio fruto.
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