Boris Johnson dimite de su cargo como Primer Ministro del Reino Unido, después de una suma de escándalos y la presión de su propio partido. Luego de diversos dilemas éticos en su posición, se vio obligado a renunciar, no sin antes dejar ver que hubiese preferido continuar en el poder. No obstante, la objeción de conciencia de varios copartidarios, significaron un golpe de gracia para el político que logró el Brexit.
Boris Johnson dimite de su cargo como Primer Ministro del Reino Unido
El primero de los escándalos ocurrió en el 2020, cuando el Primer Ministro y su esposa gastaron más dinero público del que debían remodelando su hogar. Para dicho fin se habría fijado un límite de 35.000 libras, que saldrían de las arcas públicas, pero Johnson y su esposa gastaron más de cuatro veces esa suma. Así lo reportó The Guardian, pero el suceso no pasó a mayores y el Primer Ministro continuó ejerciendo.
No obstante, después vendría uno de los mayores escándalos para Boris Johnson, conocido popularmente como “Party-Gate“. En 2021 se comprobó que el Primer Ministro había celebrado más de una docena de reuniones sociales en su morada, en plena época de confinamiento estricto en su país. ¿Qué sentido tiene -reclamó el pueblo- que los políticos impongan normas que ellos mismos deciden incumplir?
La irresponsabilidad pasó por alto, en cuanto a que el Primer Ministro evitó renunciar y consiguió, finalmente, el respaldo de su partido para continuar en el poder. Sin embargo, pocos meses después vendría la gota que rebosó la copa.
Su mano derecha, el Tesorero de la Casa, Christopher Pincher, recibió varias denuncias por acoso sexual. Boris Johnson aceptó que conocía de dichos sucesos, pero que los habría “olvidado”. Aún así, el Primer Ministro no deseaba dimitir.
Ante la falta de ética, dos de los ministros más importantes de su gabinete decidieron renunciar en protesta y darle la espalda. El Ministro de Economía, Rishi Sunak, y el Ministro de Sanidad, Sajid Javid, renunciaron a sus cargos para ejercer presión sobre Johnson.
Finalmente, la presión dio frutos y Boris Johnson tomó la decisión de dimitir este jueves.
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