Venezuela ganó un puesto en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, a pesar de las críticas generalizadas a su deficiente historial en materia de derechos humanos.

En una reunión de la Asamblea General de las Naciones Unidas celebrada en Ginebra, el país latinoamericano fue elegido para ocupar uno de los 14 nuevos puestos de este órgano de 47 miembros.

El gobierno de Nicolás Maduro lo saludó como un “logro importante“.

Su administración está acusada de encarcelar, torturar y arrestar arbitrariamente a figuras de la oposición.

Más de 50 países ya no reconocen al Sr. Maduro como el líder legítimo del país. Los EE.UU. y la mayoría de los gobiernos de América Latina -así como estados de la UE como Francia, Alemania, España y el Reino Unido– respaldan al líder de la oposición Juan Guaidó como presidente interino.

China, Cuba y Rusia siguen apoyando al Sr. Maduro, mientras que otros -incluido México– han pedido el diálogo entre ambas partes.

 

Brasil y Venezuela ganaron los dos puestos latinoamericanos en el organismo de derechos humanos que estaban en juego el jueves.

Costa Rica anunció su propia candidatura este mismo mes para evitar que Venezuela consiga un mandato de tres años. Los miembros trabajan para defender y promover los derechos humanos en todo el mundo.

Los delegados de la cámara aplaudieron la votación, en la que Brasil obtuvo 153 votos, Venezuela 105 y Costa Rica 96.

Hace dos días, Louis Charbonneau, de Human Rights Watch, instó a los Estados miembros a votar en contra de Venezuela.

“Un voto por Venezuela es un voto por la forma en que torturaron, el homicidio y la incertidumbre que se han convertido en marcas registradas del gobierno del presidente Nicolás Maduro“, dijo, calificándolo como una “bofetada en la cara a los millones de personas que han huido del país“.

En septiembre, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU anunció planes para enviar una misión de investigación a Venezuela para constatar presuntas violaciones de los derechos humanos.