Yao Cabrera es un YouTuber muy polémico. La audiencia lo califica como “odiado” y es reconocido por haber sido el centro de algunas polémicas. Este año, por ejemplo, difundió el video íntimo de uno de los cantantes más reconocidos en Argentina: el Duki.
Por lo tanto, los usuarios de las diferentes redes sociales aprovecharon esta oportunidad para hacer cientos de memes. La muerte falsa de Yao Cabrera se viralizó, ya que los fans disfrutan burlarse de este personaje. Es decir, una vez más, la comunidad de las redes sociales se unió con un objetivo en común: el acoso.
La libertad de expresión permite y abre campo para la burla. Ofender a alguien no es un delito como tal. Sin embargo, es triste ver que el común denominador de los usuarios de las redes sociales suele ser el acoso. Las personas se resguardan detrás del anonimato y la comodidad que implica estar detrás de un teclado.
Por eso, el filósofo coreano Byung–Chul Han ha denominado “enjambre” a este tipo de conglomerado de individuos. Son anónimos y están dispersos, pero se unen para atacar a un objetivo que tengan en común. Tristemente, el enjambre no se une en torno a causas constructivas, sino destructivas.
Independientemente de si Yao Cabrera es detestable o no, el caso es una radiografía del comportamiento de la gente en las redes. Sin embargo, estas personas que se vuelven objeto de acoso, pueden hacer que esto funcione en su favor. El tráfico de usuarios en el perfil de estas personas puede ser aprovechada. En ese sentido, podría ser un gana-gana: los haters disfrutan de acosar al YouTuber y este se llena de seguidores para sus redes.
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